Todo empezó con un Poema de 120 metros

Todo empezó con un Poema de 120 metros

Empezamos este blog por donde empezó este largo viaje que poco a poco ha ido tomando altura. Allí estábamos nosotros, aquel grupo de soñadores, en mitad de la plaza del Zócalo de México D.F., una de las más grandes del mundo, sintiéndonos como hormiguitas empecinadas en convertir aquel día en una experiencia inolvidable. Angel Arenas, el director de Poetopía, siempre cuenta que, conseguir el permiso para ocupar aquella plaza, fue una de las gestiones más difíciles que ha hecho en su vida y que estuvo a punto de desistir y solicitar otro sitio. Pero por suerte, no se rindió y ese día, el mero corazón de México escribió miles de versos en el primer Poema Gigante de los 66 que se han escrito hasta la fecha.

Fue algo que nos sorprendió a todos. Más de 3000 personas haciendo colas durante todo el día para escribir sus versos, para escribir sus almas sobre aquella lámina de papel de 120 metros pegada al suelo. Los principales periódicos del país estaban presentes y asombrados, las televisiones, varias cadenas de radio, internet, autoridades, la gente de la Embajada de España que colaboró con el evento… y sobre todo, sorprendió a los colaboradores del equipo, todos emocionados viendo que la idea cobraba un sentido gigante, comprobando que el objetivo de llevar la poesía de los barrios empobrecidos al centro de la ciudad, como una metáfora gigante de que la poesía también residía en aquellos lares, no sólo en clubes y academias que dictan los cánones.

Aquel día fue un antes y un después para mucha gente que nos dedicamos a la poesía, y supuso, el despegue simbólico de Poetopía. Desde aquí agradecemos a las personas que acompañaron esos inicios cuando Poetopía sólo eran unos segundos de incertidumbre y asombro ante el mar del tiempo. Xochitl Cordova, Evelyn Solano, Alberto Montero, Ibet Cazares, Leticia Luna, Rocío Cerón, y muchos más corazones con alas que sentimos dejando fuera.

 

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