Una mañana te levantas y tu pueblo, tu ciudad, ha sido inundada de poesía. Paseas, caminas por las calles y plazas, en pocos segundos lees y descubres que la poesía te gusta mucho más de lo que pensabas. Ver para sentir.
Es muy difícil saber si puedes disfrutar de la obra de Tchaikovsky o de Renoir si jamás has escuchado su música o visto sus cuadros. La poesía con esta propuesta sale literalmente a las calles y, durante unas semanas, sorprende con su cercanía el día a día de miles de personas